Las inseguridades y yo
¿En qué momento empecé a dudar de todo? Bien decía Descartes que no se puede dudar por dudar, sino para encontrar certeza, pero creo que a veces suelo dudar por dudar. ¿El motivo? No estoy seguro, pero creo que se debe a problemas que tuve en el pasados: mentiras, falsas promesas, ilusiones, entre otras cosas, me hicieron desconfiar mucho en las personas, en lo que me dicen o hacen.
¿Qué me pasó? Solía ser un niño tranquilo y alegre, confiaba demasiado en los demás, tenía bastantes amigos, no le tenía miedo a nada (solo a los fantasmas ;-;). Ahora, con 21 años, me cuesta soltarme con los demás, conseguir nuevos amigos, confiar en las personas. Me he vuelto muy atento a los pequeños detalles en el comportamiento de las personas, aunque creo que a veces exagero. Una mueca, un movimiento de manos, una ligera mirada hacia otro lado, todo me genera dudas. Empiezo a preguntarme si estoy haciendo bien las cosas o si puedo llegar a confiar en la otra persona. Tal vez exagero, pero no he podido volver a ser el niño de antes.
Sentir esa presión en el pecho cuando ves o escuchas algo que no querías, o que temías que fuera cierto, ha sido muy recurrente en mi vida. Solía decir que nada me sorprendía porque sabía como terminarían las cosas, pero tengo una dualidad interna: puedo decir que no confiaré en alguien, pero luego digo: "¿Y por qué no darle la oportunidad?". Tristemente, muchas veces eso terminaba mal, pero mi buen/mal genio no me permite guardar rencor o ser más cuidadoso, ya que soy muy entregado a las emociones. Y no hablo solo de una pareja, sino de amigos, compañeros de trabajo, y familiares (quienes me han demostrado que no debería confiar en ellos, pero lo sigo haciendo).
¿Será que esto está conectado al llamado "sobrepensamiento"? Es muy probable, ya que, al no poder confiar del todo, imagino muchas, pero muchísimas situaciones que solo están en mi mente y me carcomen poco a poco. Yo no era así, ¿qué me pasó? no lo sé, yo era el que solía decir a mis amigos que no sobrepensaran, que todo estaría bien, pero un día mi cabeza empezó a crear escenas imaginarias y nunca volvió a ser el mismo. La peor parte es cuando las escenas que creía solo eran ficticias, resultan ser verdaderas (ahí es donde vuelve la presión en el pecho, mi eterno dolor) y solo hacen que mi mente se corrompa más y más.
Sin embargo, es curioso como, a pesar de todo lo que he contado, puedo llegar a eliminar toda esta carga de desconfianza y sobrepensamiento en tan poco tiempo. Puedo hablar con una persona y decirme a mi mismo: "Hey, todo está bien, tranqui". Esto me llena de una paz inimaginable, chau dolor de pecho, carga mental, etc, todo pasa de blanco y negro a estar a colores. Creo que nunca llegaré a conocerme del todo, pero durante estos 21 años, solo sé que no soy capaz de tener una mala perspectiva de las personas, porque, como dije en el blog anterior, siempre le veo el lado bueno a todo. Este es mi don, mi maldición, que me hace cambiar de triste a feliz más rápido de lo que puedo llegar a devorar un plato de comida :D.
Actualmente la vida me ha hecho darme cuenta que no debo dejarme guiar por lo que dicen los demás, ni por el "qué dirán", ya no estoy para eso. Al fin y al cabo, es mi vida, son mis riesgos, mis victorias y mis derrotas, las cuales agradezco cada una, porque de todo he aprendido algo.
"¿Con qué mentira vendes tu verdad?" -Wos
Comentarios
Publicar un comentario